La Dirección General de Tráfico (DGT) ya dispone en España de tres drones ubicados a una altitud de 120 metros y un radio de 500 metros que vigilan las diferentes carreteras del país y denuncian las infracciones en tramos con mayor riesgo de accidentes.
Drones para multar a los conductores
Al mismo tiempo estos drones tienen la capacidad de controlar también a los conductores y así multar cuando evidencian una distracción cuya consecuencia puede ser de gravedad.
En tanto su cámara de alta definición detecta cuando un pasajero no tiene el cinturón de seguridad puesto, cuando realiza una maniobra peligrosa y si está utilizando el celular mientras conduce.
Se tratan de modelos Matrice 200 y pueden inspeccionar desde la altura distintos caminos, alcanzar una velocidad de hasta 80 kilómetros por hora y soportar altas temperaturas. Todo ello con un tamaño de 70 centímetros, 3.8KG de peso y una autonomía de 20 minutos.
Como si fuese poco, estos dispositivos manejados de manera remota por un piloto de aeronaves tripuladas, un operador de cámara y un guardia civil de tráfico a quien se le notifica la infracción, también pueden alertar en caso de incendios y rescates.
Más económicos
Además de la tecnología con la que cuentan y su efectividad, son muy económicos en comparación a helicópteros u otros elementos.
Las multas, ya sean efectuadas o no por estos drones rondan entre diferentes valores según la gravedad y lo que la Ley establece.
Esto incluye también a motociclistas y ciclistas. Por ejemplo, tirar objetos por la ventana se sanciona con 200 euros y cuatro puntos. En tanto viajar con el torso descubierto, 200 euros y tres puntos y conducir con los pies colocados en un lugar indebido (cualquiera menos los pedales), 100 euros.
Por último, comer y beber mientras se conduce o sacar el codo por la ventanilla es castigado con 80 euros. La sumatoria de multas puede aumentar aún más estos montos.
Estos mencionados dispositivos iguales o muy similares a los de la DGT ya se utilizan en Francia con el mismo fin. Allí se alcanzó un récord inédito de 20 vehículos captados que violaban al menos alguna ley de tránsito en un operativo realizado en Burdeos, ubicado al sudoeste francés.
Cabe destacar que estos drones están en un periodo de prueba en el Reino Unido y la idea es extenderlo a otros países.
Por ahora los resultados están siendo más que positivos y, claro está, no se descarta que puedan ser usados para otras funciones. Otra de sus ventajas es que cumplen su función en un día muy lluvioso o con niebla, condición que limita seriamente a un Policía o agente de tráfico. Al menos por ahora quedan eximidos de realizar multas por exceso de velocidad. De esto último se encargan 12 helicópteros Pegasus de la DGT.
Además de las mencionadas acciones al volante que se castigan, son muchas las actitudes y acciones prohibidas en el mundo automotor español con el objetivo de reducir al máximo posible los accidentes de tránsito, algo en lo que se trabaja no solo en España (con gran cantidad de radares y cámaras), sino también en la mayoría de los países del mundo.
La cantidad de vehículos aumentó de manera considerable en las últimas décadas, algunas ciudades quedaron colapsadas y el número de lamentables sucesos y pérdidas de vida se volvieron un importante problema mundial.
¿Por qué surgen estos drones?
La Dirección General de Tráfico estima casi 650 muertes vinculadas al tráfico de carreteras y anunció la próxima incorporación de otros 20 drones idénticos a estos tres.
Lo cierto es que la lucha contra las estadísticas que marcan incrementos en los accidentes automotores se convirtieron en un importante desafío para las marcas de automóviles.
Esto explica la implementación de tecnología y electrónica capaz de realizar maniobras de forma automática con diversas acciones ya sea alentando al conductor o mismo actuando directamente en el vehículo.
Con algunos productos obligatorios como los airbags, las bolsas de aire que apaciguan los inevitables golpes de quien choca contra algo; el ABS, que impide que las ruedas delanteras se bloqueen al momento de apretar al máximo los frenos; el EBD que distribuye la fuerza del frenado a las ruedas según el peso que haya encima de las mismas (no será lo mismo si en el coche van dos personas adelante y nadie atrás que una sola en la parte delantera y tres pasajeros en la trasera) y ESP, el control de estabilidad que ayuda a que el vehículo no descarrile tras una maniobra brusca, hay muchos otros presentes en los modelos Premium o únicamente en autos de alta gama, que siempre estrenan algo nuevo.
Con la conducción totalmente autónoma como un proyecto a largo plazo y los autos del futuro como un sueño aún lejano, hay decenas de funciones (siempre electrónicas) que ayudan tanto al coche como a quien conduce y todo gracias a los sensores de estacionamiento, sensor de cambio de carril, cámaras de visión delantera y trasera, control crucero, limitador de velocidad programable y detector de fatiga, entre tantos otros.
Claro está que con diseños y chasis más seguros (de 5 estrellas de seguridad según Latin Ncap) la tecnología y castigos (multas) no alcanzan.
La falta de concentración por distracciones (mirar para un lado, para atrás, distraerse con un objeto, intentar activar un dispositivo como la radio, etc.) es uno de los mayores problemas de los conductores y lo que inevitablemente se traduce en futuros accidentes tanto leves como graves que dejan importantes secuelas para la sociedad.
Estos son los niveles de tecnología que estamos consiguiendo estos últimos años y estamos seguros que seguirá avanzando mucho más.