Saber cómo arreglar un abanico se trata de algo de gran importancia, dado que tenerlo dañado durante los días más calurosos del año realmente podría suponer un disgusto al no tener la posibilidad de hacer frente a las temperaturas elevadas.
Además, el optar por arreglarlo en casa, puede permitirnos ahorrar tanto tiempo como dinero.
Así, teniendo en cuenta que los abanicos son una herramienta ideal para conseguir un ambiente fresco y cómodo dentro dentro de casa, a continuación queremos explicar cómo arreglarlos de forma sencilla y efectiva.
Cómo reparar un ventilador o abanico
Al momento de arreglar un abanico, el primer paso que debemos llevar a cabo consiste en averiguar dónde se encuentra el problema, si en el enchufe, los cables, el interruptor o en el motor.
Cuando el problema se encuentra en el cable, será sencillo conseguir la zona pelada, rotura o cualquier otro elemento que al momento de enchufar el abanico, termine haciendo contacto e impida que funcione. Así, en aquellos casos donde el problema esté causado por dichos elementos, bastará con reemplazar los cables o el enchufe para arreglarlo.
Cuando el problema está en el motor, será preciso que tengamos en cuenta que en el interior del ventilador existen 2 elementos fundamentales, que consisten tanto en las bobinas eléctricas, como en los rodamientos del motor encargados de hacer que las aspas giren.
En este caso y después de usar un medidor de voltaje para comprobar que la electricidad logra llegar hasta el motor aunque el mismo no enciende, quizás se deba a que las bobinas se quemaron y debes sustituirlas. Ahora bien, antes de hacerlo, es conveniente considerar si es mejor adquirir bobinas nuevas o un abanico nuevo, que en ciertos casos podría tener un menor precio.
Por su parte, en aquellos casos donde el motor logra encender y las bobinas funcionan correctamente, es posible que el problema se encuentre en los rodamientos. Cuando esto ocurre podemos ver que las aspas no giran apropiadamente, por lo que es posible que los rodamientos deban ser lubricados.
En este caso la solución es sencilla, ya que podemos utilizar cualquier líquido o spray lubricante con el fin de rociar el eje que se encuentra adherido al abanico, y de esta forma optimizar su funcionamiento.
En este último caso, es posible utilizar lubricante destinado a máquinas de coser, bicicletas u otros motores, sean automáticos o manuales.
Mantenimiento preventivo para abanicos
El mantenimiento preventivo de los abanicos se trata de un aspecto esencial, el cual tenemos que tomar en cuenta en todo momento para garantizar su adecuado funcionamiento y una mayor vida útil. Por eso, a continuación señalamos de qué forma llevarla a cabo:
Limpiar las aspas
Para llevar a cabo la limpieza de las aspas de nuestro abanico, tendremos que contar con ciertos materiales básicos, incluyendo agua tibia, jabón para fregar los platos y un destornillador.
Ahora bien, antes de empezar debemos usar el destornillador para desmontar cuidadosamente las aspas, para después limpiarlas de forma profunda usando jabón y agua tibia, y cuando terminemos, será momento de montar otra vez las aspas, asegurándonos de hacerlo de forma apropiada.
Controlar y nivelar las aspas
Después de limpiar las aspas será necesario que utilicemos un metro para comprobar su alineación, realizando una medida de forma vertical comenzando con los bordes, así que al momento de hacerlo es posible doblar el soporte del aspa desalineada ligera y cuidadosamente a fin de lograr que la misma quede bien.
En caso de que todas las aspas se encuentren desalineadas, podríamos usar algún kit de balance o alineamiento que nos ayude a determinar dónde se encuentra el problema.
Lubricar tanto el eje como el motor
Después de nivelar las aspas, el mantenimiento preventivo de los abanicos debe continuar con la lubricación o engrasado el eje. En este sentido, hay que tener en cuenta que, por lo general, los ventiladores disponen de un agujero donde es posible colocar el lubricante o aceite, ubicado en la parte posterior derecha.
Sin embargo, en aquellos casos donde dicho agujero no este presente, lo mejor será usar una brocha para engrasar el eje, y llegar con mayor facilidad a cada rincón.
Secar completamente el abanico después de limpiarlo
Llegados a este punto, debemos asegurarnos de secar por completo cada pieza, y no olvidarnos de usar un trapo limpio.
Controlar los engranajes del abanico
Actualmente, es posible encontrar numerosos ventiladores que no cuentan con engranajes en el interior de su sistema o que poseen pocos de ellos. No obstante, al realizar el mantenimiento de los abanicos resulta esencial cerciorarnos de controlar dichos engranajes a fin de poder prevenir que se dañen luego.
En este sentido, tenemos que comprobar que los engranajes no cuentan con ningún tipo de desgaste, debido a que de lo contrario nuestro abanico no podrá funcionar adecuadamente y su uso terminará comprometiendo a otras partes del ventilador, por ejemplo, las aspas e incluso el motor.
De la misma forma, es importante que los engranajes se encuentren perfectamente apretados, y será preciso tener un tiempo para lubricarlos mientras llevamos a cabo todo el mantenimiento preventivo.
Revisar las conexiones eléctricas
Después de revisar los engranajes, tendremos que cerciorarnos que las conexiones eléctricas de nuestro ventilador estén selladas y en buenas condiciones, dado que de esta forma será posible prevenir no solo corto circuito, sino también que el abanico pueda apagarse totalmente y comprometer el funcionamiento tanto del motor como de los otros soportes eléctricos.