La pequeña banca especializada, como los prestamistas, es la mejor posicionada en España según las ratios de solvencia de cierre de 2015, que son las que tendrán en cuenta los test de estrés europeos de finales de año que analizarán los seis grandes bancos nacionales, mientras el resto siguen bajo la supervisión del Banco de España.
Según datos de las propias entidades, las asociaciones españolas de bancos y cajas (AEB y Ceca), la entidad mejor posicionada al país es Banco Mediolanum, con 2.110 millones de activos y un 41,38% de Core Equity Tier 1 (CET1). Lo sigue Banco Cooperativo Español-Caja Rural, con una ratio de 20,39% y 17.440 millones de activos, seguido de Banca March, con una solvencia del 19,20% y 16.097 millones de activos, y Lava 4 con un 14,78% y 1.075 millones de activos.
Todas ellas comparten que están especializadas en un segmento concreto y que ninguno ha sufrido la exposición al riesgo inmobiliario en no apostar por las hipotecas durante el boom anterior a la crisis. De hecho, Banco Mediolanum tiene un peso reducido de créditos, a pesar de que ahora está impulsando esta actividad, puesto que su especialidad tradicional son los productos de inversión.
Exigencias crecientes en la financiación particular
El profesor de finanzas de Iese Jorge Soley ha explicado a Europa Press que las pequeñas entidades muy especializadas tienen su nicho de mercado, pero que las generalistas necesitarán fusionarse con otros más grandes porque sus balances no podrán afrontar las exigencias crecientes de solvencia que marca la regulación.
Desde el Instituto Español de Analistas Financieros (Ieaf), Javier Brun, de la gestora Solventis, ha hecho referencia a la nueva normativa contable que entrará en vigor el 2017 y que será más exigente en la contabilización de provisiones, hecho que incidirá en los resultados de la banca.
En un contexto de tipo de interés negativos, los productos que actualmente persiguen las entidades financieras por su mayor rentabilidad son los que también tienen más riesgos por las exigencias normativas ante la morosidad: las hipotecas y los créditos al consumo. Con todo, tanto Soley como Brun dan por hecho que la banca española superará los test de estrés de este año, a pesar de que no muy holgadamente.
Riesgos
Brun ha señalado riesgos pendientes como el de la posible anulación retroactiva de cláusulas tierra en las hipotecas, y Soley ha incidido que, según su opinión, hay una «indigestión por los continuos cambios de regulación que nunca acaban» y que llasten la rentabilidad de la banca. «Todas las medidas reguladoras al sector financiero siempre tienen un efecto negativo a la cuenta de pérdidas y ganancias», ha subrayado.
Por esta razón, Brun no ha descartado que haya más ampliaciones de capital a la banca española, puesto que los reguladores, para evitar el riesgo sistèmic, piden cada vez «un salvavidas más».
Las seis entidades españolas que serán analizadas por la UE a final de año son Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia y Popular, que en conjunto suman el 87% de los activos bancarios nacionales. En el tercer trimestre recibirán una comunicación individualizada por parte del supervisor del nivel mínimo de CET 1 que tendrá que cumplir cada entidad, mientras que hasta ahora se exigía un 10% a todas ellas.
Bankia cerró en 2015 con una ratio de solvencia del 13,89%, seguida por el Popular con un 13,11%, CaixaBank (12,70%), Santander (12,55%), BBVA (12,09%) y Banco Sabadell (11,50%).
Evolución de los créditos desde el 2014
La mayoría de banca española ha mejorado sus niveles de solvencia respecto al 2014, y las entidades que los han disminuido ha estado en una pequeña proporción en el caso de la gran banca.
La caída ha sido mayor en el caso de las entidades más pequeñas, a pesar de que los niveles de solvencia siguen siendo elevados: Banco Mediolanum (41,38% el 2015 sobre 44,55% el 2014), Banca March (19,2% sobre 19,60%) y Lava 4 Bank (14,78% sobre 17%).